La amatista nos aquieta la mente, lo que le hace ideal para meditar. Nos permite estar en contacto con la intuición y nuestra sabiduría interior. Nos ayuda a comprender y transmutar aquello que nos pasa. Es muy buena para calmar dolores de cabeza, sobre todo los producidos por nervios y estrés, ya que relaja la mente y el cerebro (energía y materia). Es muy buena para personas que sufren de insomnio, sobre todo si es producido por exceso de preocupaciones y nervios.