¿Por qué nos llama tanto la atención la turquesa?
La turquesa es uno de esos minerales que desde el momento que la vi, me llamo la atención… Su azul vibrante, los dibujos, las olas que tiene en su superficie, y que me recuerdan la orilla del mar, llena de burbujas de una ola que acaba de pasar…
Desde la antigüedad se ha usado la turquesa en varias civilizaciones. Desde los egipcios a los nativos americanos, desde los incas a la dinastía Shang, persas, moches, chimúes, … han buscado los beneficios de la turquesa tanto para adornarse como por sus cualidades.
Quizás mi primer acercamiento a la turquesa fue con la intención de que me ayudase con mi comunicación. Soy una persona a la que siempre le entro pánico escénico el hablar en publico
Pero hay momentos que simplemente eso no se puede evitar, y tengo que hablar, y en esos momentos siempre le pido ayuda a mi turquesa personal.
La turquesa actúa sobre el chakra de la garganta, facilita la expresión equilibrada de la emoción, nos aporta paz de espíritu, comunicación y equilibrio emocional. Transmite magnetismo a través de nuestra voz y ayuda a que los demás nos escuchen y que nos escuchemos a nosotros mismos.
Pero sus beneficios no se quedan solamente en el campo físico y emocional…
Según Naisha Ashian en su libro “The Cristal Ally Cards – Evolution Edition”, la Turquesa te abre a una mayor perspectiva de ti mismo y de tu vida de tal manera que puedas percibir todas las piezas y cómo encajan entre sí. Te ayuda a reconocer, aceptar y amar todas aquellas partes que te componen, incluyendo aquellas que niegas o no te gustan para que puedas integrarlas dentro de tu ser pleno.
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